La agrupación Caminantes Libres organiza el sábado 20 de abril una marcha por las dehesas de La Muela, Luriana y El Carnero, en La Roca de la Sierra
Se podrá visitar el dolmen La Cueva del Monje y están previstas distintas rutas para adaptarse a las características físicas de cada participante
Después de la caminata está previsto un almuerzo
Por Antonio Rodriguez Muñoz*
El próximo sábado 20 de abril, la agrupación Caminantes Libres (cuya mayoría de integrantes son senderistas alumnos de la UMEX) tiene proyectada una salida por las dehesas de La Muela, Luriana y El Carnero, en La Roca de la Sierra. Se trata de uno de los parajes más bellos de la provincia de Badajoz.
En estas dehesas se hallan diversos dólmenes en distintos estados de conservación, pero uno sobre todo digno de ser visitado. Se trata del dolmen La Cueva del Monje. Esta estructura megalítica es uno de los más finos ejemplos de estos misteriosos monumentos de nuestro antiguo pasado, vestigio imperecedero, testigo pétreo de aquel remoto y legendario mundo. Se halla esta tumba en un rincón de ensueño, cuajado de preciosas encinas centenarias en un inigualable paraje de selvática belleza, surcado de arroyos y regatos que serpentean alegres y cantarines por toda una magnificiente geografía. Esta primavera, el generoso régimen de lluvias habrá contribuido enormemente a engalanar este paraíso, tapizandolo de hierba y adornándolo profusamente de flores, lo que contribuirá a hacer las delicias de los caminantes.
La agrupación Caminantes Libres tiene previstos distintos itinerarios, tanto en extensión como en dificultad, para adaptarse a las características físicas de cada participante. Será conveniente para los amantes de las rutas históricas, apuntarse al itinerario (el de más largo recorrido) que pase por el convento franciscano de Luriana. Este pequeño cenobio está situado en un valle poblado de encinas y alcornoques a los pies de la Sierra del Vidrio. Todos estos lugares fueron hollados por la planta descalza del santo alcantarino San Pedro. Hoy apenas si se tiene en pie este venerable edificio. Hace alrededor de seis años se encontraba rodeado por una alta valla metálica que impedía el paso a fin de prevenir accidentes por derrumbe. El peligro de que tal circunstancia se produzca no es desdeñable, toda vez que el lugar está abandonado desde que sus tierras y el propio monasterio fueran desamortizados en los años 30 del siglo XIX. Hoy produce sobrecogimiento a la vez que melancolía y pesar la contemplación de sus arruinadas y lúgubres estancias y cualquier visitante no puede evitar dejar volar la imaginación y figurarse cómo debió de ser en los tiempos en que estaba habitado por los monjes; e incluso percibir el espejismo sonoro desde la lejanía del tiempo de la campana de su torre llamando a la oración.
Almuerzo
Como es habitual después de la marcha, los senderistas se reunirán en un restaurante para resarcirse del esfuerzo de la caminata con un buen merecido almuerzo en el ambiente de camaradería más distendido y deseable. Sin duda no faltarán en La Roca de la Sierra buenos sitios donde hacerlo, pues es una población donde concluyen cantidad de monteros, dada la proximidad de cotos de caza mayor de la vecina Sierra de San Pedro.
Los senderistas de Caminantes Libres lo están haciendo bien, organizando estas marchas por lugares del máximo interés para los caminantes, toda una sinfonía para los sentidos de todos los que integran este grupo, gente llena de sensibilidad y buen gusto. Enhorabuena a todos ellos.
*Antonio Rodríguez Muñoz es alumno de tercer curso de la UMEX
La publicación de Antonio Rodriguez,es de gran belleza literaria .Mi felicitación más cariñosa ,para mi compañero de periodismo.
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