CRÓNICAS VIAJERAS
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Gibraltar apenas tiene 7 kilómetros cuadrados. Tan poco es el espacio que la carretera corta el aeropuerto. |
Gibraltar: pasaporte británico, influjo andaluz
Un viaje a La Roca, en la que se aprecian tanto los rasgos de la soberanía británica como los de la vida andaluza
*Por Antonio Medina Díaz
Dejo el coche en un aparcamiento de la ciudad de La Línea de la Concepción para evitar las enormes colas de espera. Al llegar a la frontera me encuentro de pronto con policías ingleses que pasan del inglés al español para pedirte el pasaporte o el DNI, que ni miran siquiera. Estamos en territorio británico y hemos entrado en Gibraltar.
Gibraltar
es el estrecho del mismo nombre que separa el Atlántico del
Mediterráneo, y a Europa de África. Pero es también el nombre que
identifica al famoso Peñón: una monumental roca de piedra caliza y
pizarra desde la que, sin salir de Europa, se puede
contemplar la costa africana hacia el sur. Y es, también, mucho más que
eso: una ciudad en la que viven 30.000 personas en 7 kilómetros cuadrados de superficie, un enclave británico en plena
península ibérica con una larga disputa de siglos y un
conflicto continuado entre ingleses y españoles debido a su situación
estratégica que controla la entrada a Europa. Este año se ha cumplido el tercer centenario (Tratado de Utrecht de 1713) por el que España cedió el territorio..
Tras cruzar la frontera me encuentro con un semáforo y una barrera levantada. Si está bajada y la luz en rojo un
policía obliga a detenerse porque un avión está a punto de aterrizar en
la pista y se corta la carretera de acceso mientras dura la operación.
El problema es que no hay mucho terreno aprovechable en Gibraltar y el aeropuerto se construyó en la estrecha franja del istmo.
Gibraltar nos ofrece una sorprendente muestra de diferentes
culturas: británica, española, árabe y judía, entre otras. La ciudad y
su arquitectura son un reflejo de cualquier ciudad inglesa. En la plaza
principal, o Grand Casemates Square, se ven, además de cafés y
restaurantes de comida rápida, las típicas cabinas rojas, con una corona
en el centro y la palabra 'telephone' sobre la puerta.
Desde
Casemates Square , en recorrido transversal hacia el sur, llegamos a
Main Street, un animado paseo peatonal y principal punto de encuentro
de los gibraltareños. Hay comercios de todo tipo, entre boutiques,
joyerías, bares y restaurantes y muchos “fish and chips”de
estilo inglés, pero sobre todo destacan tiendas de electrónica,
cigarrillos y alcohol, debido, seguro, a que Gibraltar es
zona franca. Gracias a ello, miles de españoles cruzan "la verja” todas
las semanas en busca de estos productos, más baratos que en España,
incluidos los combustibles. También entran a trabajar alrededor de seis mil personas.
Aunque
el inglés es la lengua oficial de la colonia inglesa, el segundo idioma
es el español hablado por los “llanitos”, gentilicio informal de los
gibraltareños. Se trata de un castellano andaluz, que en ocasiones se
mezcla con palabras inglesas que forman un spanglish divertido de
escuchar.
Los
“llanitos”, al igual que su manera de hablar, son una mezcla entre
británicos y andaluces, con más influencia de estos últimos. A pesar de
esto, a los gibraltareños no les gusta ser asociados a los españoles. Se
sienten orgullosos de ser británicos y pertenecer a la
Commonwealth, como dice su pasaporte. El tercer idioma en Gibraltar es
el árabe como muestra de la influencia marroquí en este enclave, que
cuenta además con un símbolo: la imponente mezquita Ibrahim-al-Ibrahim,
situada junto al faro de Europa Point, punto más austral de Europa que
mira directamente a África. Desde este punto se pueden ver las decenas
de barcos que todos los días cruzan el estrecho en ambas direcciones.
La Main Street termina su zona peatonal y se transforma en vía normal al llegar al viejo y pintoresco cementerio de Trafalgar, construido en 1798. El
parque es ideal para sentarse y descansar. Continuando hacia el sur se
llega hasta el Botanical Gardens, con excelentes vistas del puerto de
Gibraltar y la Bahía de Algeciras. A través del teleférico desde los jardines botánicos, o a pie desde Casemates podemos ir a la zona más elevada. Allí, además de monos, podemos
visitar una extensa e intrincada red de galerías y túneles construidos
para ubicar cañones para la defensa y contemplar un espléndido panorama
de la bahía de Algeciras. En total hay unos 50 kilómetros de túneles y
galerías.
Desde
la plaza Casemates podemos llegar a Ocean Village, el sector más
elegante de Gibraltar que incluye exclusivos edificios de apartamentos,
un elegante casino, lujosos restaurantes, pubs, tiendas y una de las marinas más caras de Europa donde atracan cruceros y yates privados.
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Cada día se forman largas colas de vehículos para el control de aduanas de "la verja". Para evitarlas, muchos la cruzan a pie |
Paraíso fiscal
Muchos
habitantes de la Línea cruzan a diario "la verja”, como se conoce a la
delimitación que separa el asentamiento inglés del territorio español
para trabajar en el Peñon. La mayoría lo hacen andando o en moto dejando
su coche aparcado al otro lado. Así se evitan las enormes
colas que se producen a la salida para pasar el control de aduana en la
frontera española. Una vez atravesado el aeropuerto se encuentra la
parada del autobús que nos puede llevar al centro de la ciudad.
Gibraltar posee estatus
de Territorio Británico y amplias capacidades de autogobierno. Forma
parte de la UE aunque con limitaciones propias de ese estatus especial,
único en todo el territorio europeo. Es un paraíso fiscal que tiene
registradas 38.000 compañías de las que 8.500 son impositivamente
libres. Cuenta con varias publicaciones periódicas siendo la más
destacada el diario Gibraltar Chronicle y una emisora de televisión: la
GBC (Gibraltar Broadcasting Corporation) y algunas emisoras de radio.
Pero los llanitos utilizan una forma de talento para continuar viviendo con privilegios. Se suben a las barbas de británicos y españoles para sentar plaza en un conflicto que viene desde hace tres siglos.
Gibraltar se ha convertido en la actualidad en un refugio de operadores financieros y fiduciarios instalados en el límite de la Ley. De todas formas, merece la pena hacer una visita.
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El teleférico enlaza la parte baja de Gibraltar, junto al mar, con 'La Roca'. |
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