Descripción


Presentación de la revista digital de la Universidad de Mayores

Esta es la versión digital de la revista Aula Magna, una publicación que aprovecha las virtudes de las nuevas tecnologías –la inmediatez, el aumento de la capacidad, la continua renovación de contenidos… las posibilidades, en suma, de un formato no sujeto a las limitaciones del papel--, pero mantiene el mismo espíritu que ha animado a la revista Aula Magna desde sus inicios, hace una década: servir de vehículo de informaciones, de conocimientos, de contraste de pareceres, de la Universidad de Mayores de Extremadura (UMEX).

La versión digital de Aula Magna es una especie de plaza pública en la que será visible lo que merezca celebrarse o discutirse, lo que merezca conocerse más allá del aula, lo que importe a los integrantes de la UMEX tanto en su condición de estudiantes y como de ciudadanos, porque Aula Magna pretende reflejar la realidad de la UMEX, desde conferencias a lecciones magistrales; desde acontecimientos culturales, divulgativos o de ocio a crónicas de viajes de estudios, y de acoger cuantos asuntos sean de interés para los alumnos.

Cada persona matriculada en la Universidad de Mayores está llamada a participar en la elaboración de la revista digital. Todo el mundo puede aportar su experiencia, sus conocimientos y también sus críticas para difundir, con la mayor riqueza de contenidos posible, la realidad de la UMEX.

Los interesados en aportar ideas, elaborar contenidos, reflejar experiencias, pueden contactar con:

Antonio Tinoco: atinocoardila@gmail.com
Antonio Medina: casacastillo1@telefonica.net
Antonia Marcelo: a.marcelo.garcia@hotmail.es
José Manuel Cordero Paniagua: jomacorpa@hotmail.com
Ramón Brito: rabrigo@hotmail.com
Andrés Sánchez Maján: asmajan51@gmail.com
Antonio Rodríguez Muñoz: rodmunnio@hotmail.com
Antonia Gómez Serrano: pilargs57@gmail.com

domingo, 1 de diciembre de 2013

CRÓNICAS VIAJERAS: GIBRALTAR

CRÓNICAS VIAJERAS


Gibraltar apenas tiene 7 kilómetros cuadrados. Tan poco es el espacio que la carretera corta el aeropuerto.
Gibraltar: pasaporte británico, influjo andaluz

 Un viaje a La Roca, en la que se aprecian tanto los rasgos de la soberanía británica como los de la vida andaluza


*Por Antonio Medina Díaz


Dejo el coche en un aparcamiento de  la ciudad de La Línea de la Concepción para evitar las enormes colas de espera. Al llegar a la frontera  me encuentro de pronto con policías ingleses que  pasan del inglés al español para pedirte el pasaporte o  el DNI, que ni miran siquiera. Estamos  en territorio británico y hemos  entrado en Gibraltar.
Gibraltar es el estrecho del mismo nombre que separa el Atlántico del Mediterráneo, y a Europa de África. Pero es también el nombre que identifica al famoso Peñón: una monumental roca de piedra caliza y pizarra desde la  que, sin salir de Europa, se puede contemplar la costa africana hacia el sur. Y es, también, mucho más que eso: una ciudad en la que viven 30.000 personas en 7 kilómetros cuadrados de superficie, un enclave británico en plena península ibérica con una larga disputa  de siglos y un conflicto continuado entre ingleses y españoles debido a su situación estratégica que controla la entrada a Europa. Este año se  ha cumplido el tercer centenario (Tratado de Utrecht de 1713) por el que España cedió el territorio..
Tras cruzar la frontera me encuentro con un semáforo y una barrera levantada. Si está bajada y la luz en rojo un policía obliga a detenerse porque un avión está a punto de aterrizar en la pista y se corta la carretera de acceso mientras dura la operación. El problema es que no hay mucho terreno aprovechable en Gibraltar  y el aeropuerto se construyó en la estrecha franja del istmo.
Gibraltar nos ofrece una sorprendente muestra de  diferentes culturas: británica, española, árabe y judía, entre otras. La ciudad y su arquitectura son un reflejo de cualquier ciudad inglesa. En la plaza principal, o Grand Casemates Square, se ven, además de cafés y restaurantes de comida rápida, las típicas cabinas rojas, con una corona en el centro y la palabra 'telephone' sobre la puerta.
Desde Casemates Square , en recorrido transversal hacia el sur, llegamos a Main Street, un animado paseo peatonal y principal punto de encuentro de los gibraltareños. Hay comercios de todo tipo, entre boutiques, joyerías, bares y restaurantes y muchos “fish  and chips”de estilo inglés, pero sobre todo destacan tiendas de electrónica, cigarrillos y alcohol, debido, seguro, a que Gibraltar  es zona franca. Gracias a ello, miles de españoles cruzan "la verja” todas las semanas en busca de estos productos, más baratos que en España, incluidos los combustibles. También entran a trabajar alrededor de seis mil personas.
Aunque el inglés es la lengua oficial de la colonia inglesa, el segundo idioma es el español hablado por los “llanitos”, gentilicio informal de los gibraltareños. Se trata de un castellano andaluz, que en ocasiones se mezcla con palabras inglesas que forman un spanglish divertido de escuchar.
Los “llanitos”, al igual que su manera de hablar, son una mezcla entre británicos y andaluces, con más influencia de estos últimos. A pesar de esto, a los gibraltareños no les gusta ser asociados a los españoles. Se sienten orgullosos de ser británicos y pertenecer  a la Commonwealth, como dice su pasaporte. El tercer idioma en Gibraltar es el árabe como muestra de la influencia marroquí en este enclave, que cuenta además con un símbolo: la imponente mezquita Ibrahim-al-Ibrahim, situada junto al faro de Europa Point, punto más austral de Europa que mira directamente a África. Desde este punto se pueden ver las decenas de barcos que todos los días cruzan el estrecho en ambas direcciones.

La Main Street termina  su zona peatonal y se transforma en vía normal al llegar al viejo y pintoresco cementerio de Trafalgar, construido en 1798.  El parque es ideal para sentarse y descansar. Continuando hacia el sur se llega hasta el Botanical Gardens, con excelentes vistas del puerto de Gibraltar y la Bahía de Algeciras. A través del teleférico  desde los jardines botánicos, o a pie  desde Casemates podemos ir a la zona más elevada. Allí, además de monos,  podemos visitar una extensa e intrincada red de galerías y túneles construidos para ubicar cañones para la defensa y contemplar un espléndido panorama de la bahía de Algeciras. En total hay unos 50 kilómetros de túneles y galerías.
Desde la plaza Casemates podemos llegar a Ocean Village, el sector más elegante de Gibraltar que incluye exclusivos edificios de apartamentos, un elegante casino, lujosos restaurantes, pubs,  tiendas y una de las marinas más caras de Europa donde atracan cruceros y yates privados. 

Cada día se forman largas colas de vehículos para el control de aduanas de "la verja". Para evitarlas, muchos la cruzan a pie

Paraíso fiscal

Muchos habitantes de la Línea cruzan a diario "la verja”, como se conoce a la delimitación que separa el asentamiento inglés del territorio español para trabajar en el Peñon. La mayoría lo hacen andando o en moto dejando su coche aparcado al otro lado. Así se evitan las enormes colas que se producen a la salida para pasar el control de aduana en la frontera española. Una vez atravesado el aeropuerto se encuentra la parada del autobús que nos puede llevar al centro de la ciudad.
Gibraltar posee  estatus de Territorio Británico y amplias capacidades de autogobierno. Forma parte de la UE aunque con limitaciones propias de ese estatus especial, único en todo el territorio europeo. Es un paraíso fiscal que tiene registradas 38.000 compañías de las que 8.500 son impositivamente libres. Cuenta con varias publicaciones periódicas siendo la más destacada el diario Gibraltar Chronicle y una emisora de televisión: la GBC (Gibraltar Broadcasting Corporation) y algunas emisoras de radio.
Pero los llanitos utilizan una forma de talento para continuar viviendo con privilegios. Se suben a las barbas de  británicos y españoles para sentar plaza en un conflicto que viene desde hace tres siglos.
Gibraltar se ha convertido en la actualidad en un refugio de operadores financieros y fiduciarios instalados  en el límite de la Ley. De todas formas, merece la pena hacer una visita.

El teleférico enlaza la parte baja de Gibraltar, junto al mar, con 'La Roca'.

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